quizá ya lo hayamos descubierto a través de documentales sobre la fauna silvestre, pero conviene recalcarlo:
El tiburón es considerado como uno de los animales más peligrosos que habitan en las profundidades del océano
Un auténtico asesino al que sobretodo los humanos le temen.
Sin embargo, hay un habitante del mar al que los tiburones le tienen un pavor que los hace huir nadando a toda prisa en cuanto tienen uno enfrente: el delfín.
Así, es.
Pese a que el delfín es considerado un animal pacífico e incluso tiene pinta de bonachón
Resulta casi un motivo de pánico obligado para un tiburón de cualquier tamaño.
Los tiburones son especies que viven al acecho de su presa y son capaces de destruir cualquier cosa con la enorme fuerza de su mandíbula.
Tienen varias hileras de dientes tan filosos y puntiagudos que pueden dar mordidas letales
Además, arrancar grandes cantidades de carne con una sola acometida.
No cabe duda de que estar a sólo a unos cuantos metros de él implica una lucha por salvar la vida a base de rapidez
Ingenio o sabiduría, o todas estas cosas juntas además de la suerte.
La integridad física de cualquier persona está en peligro ante un animal así.
Según la información publicada por Tiburónpedia
Esta teoría salió a la luz tras un famoso incidente ocurrido en 1950.
Que fue protagonizado entre un tiburón banco de arena y 3 delfines nariz de botella mientras intentaban proteger a su cría recién nacida.
Esto habría ocurrido en ‘Miami Seaquarium‘, un parque acuático ubicado en el condado de Miami-Dade, Florida, Estados Unidos.
Pese a lo que pudiéramos pensar, el delfín es un animal muy poderoso y fuerte.
Se les ha visto en situaciones críticas atacar a los tiburones mediante sendos topes en los costados, llegando incluso a provocarles la muerte.
Los delfines no le temen a los tiburones, son éstos quienes se espantan ante estas criaturas que parecen tan inofensivas, pero que llevados hasta cierto extremo, saben defenderse y cuidar lo que consideran parte de su coto privado.