Ambos eran huérfanos, pero esa gran debilidad los convirtió en los mejores amigos

Cuando no tienes a nadie en quien apoyarte nacen las amistades más sinceras, eso ocurrió con dos amigos del mundo animal, que a pesar de tener varios kilos y centímetros de diferencia, lograron formar un lazo muy profundo gracias a que se encontraban en la misma situación.

El oso Grizzly y la gata Tabby quedaron huérfanas cuando eran apenas unas cachorros, sin una madre a quien recurrir, encontraron consuelo en la compañía de que ambos se hacían.

La sorprendente amistad se vivió dentro del santuario “Wildlife Images“.

Por ello, los cuidadores pudieron ser testigos del hermoso lazo ente estas dos especies.

La madre de Grizzly fue atropellada por un tren cuando él era solo un cachorro, mientras que Tabby se quedó sola cuando ella solo tenía un par de semanas.

Se conocieron cuando eran pequeños y desde entonces se hicieron inseparables, convirtiéndose más que en mejores amigos, en hermanos.

Adoran pasar el día juntos y jugar, inclusive comparten la comida.

Aunque uno de ellos sea muy grande y el otro pequeño, eso no es impedimento para que cuiden el uno de otro. Grizzly es cuidadoso con Tabby y aunque ella es un poco gruñona, deja que su amigo le haga cariño.

Ya han pasado siete años juntos y muchos más por venir.

En UN MILLÓN DE IDEAS estamos convencidos de que no hay amistad más pura que la que se da entre dos animales.

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