Esta niña defiende a un gato que vio en la calle, y está dispuesta a vivir afuera de su casa

No cabe duda de que los niños y los animales son seres de corazón puro e inocente. Los niños son capaces de decir tantas ocurrencias que pueden ser tiernas y divertidas, e incluso, muchas veces, hilarantes. Tal es la situación de esta pequeña que fue grabada defendiendo a un gato que vio abandonado en la calle, pues desea acogerlo en su casa, pero su abuelita le dice que no se puede.

En el video vemos cómo la niña, con su inocencia y ternura, le pide a su abuela que deje que el gato se quede en la casa. Ante la petición, ella le señala que eso no es posible, pues no le gustan los gatos. La niña con tristeza le dice que el gato no tiene casa, que el pequeño vive en la calle y que podría pasar hambre.

La abuela, poniendo a prueba hasta dónde es capaz de llegar la niña, le dice nuevamente que no se puede. Además, le asegura que el gatito no pasará hambre, ya que puede cazar ratones. Ante la respuesta de su abuela, la niña comienza a hablar sobre las cosas que se deben hacer para ser buenas personas. En eso, nombra un programa infantil, LazyTown.


La pequeña empieza a hablar sobre Dios, y que si su abuela o los demás hacen cosas como esa (dejar a un gato sin hogar) pueden llegar a ser como el malo de LazyTown. Al decir eso, su abuela exclama sorprendida, pues no entiende a qué se refiere. La niña señala que les pasaría como a ‘ese malo, a Robbie Rotten’, y que no hay que hacerle caso a él.

A esto, le responde su abuela que en efecto, al único al que hay que oír es a Dios. En eso, la pequeña señala que por eso, si su abuela no deja que el gato entre, él la castigará. La señora ríe por las ocurrencias y la determinación de la niña, pues es muy adorable como defiende al gatito.

Por último, la niña le dice que si no lo deja entrar, entonces que la deje a ella también afuera con el gato. Y después de decir estas palabras, se marcha algo molesta del lugar. Toda la escena es adorable y muy divertida. La niña le dio muchas vueltas al asunto, buscando la manera de que la situación se viera favorecida para el animalito. ¡Es un amor!

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