El instinto maternal es un vínculo inexplicable entre la madre y su hijo.
Es un sentimiento de protección que no se limita solo a los humanos.
Los animales también lo tienen, solo así se garantiza la supervivencia de la especie.
Para probarlo, hoy te mostraremos este adorable vídeo.
En el que una perra que rescata a sus cachorros de morir ahogados bajo la lluvia y los mueve hasta un lugar seguro.
El impulso de las hembras puede ser sorprendente, hacen cualquier cosa para salvar a sus pequeños.
Incluso, una perra puede desconfiar de sus amos y atacarles si siente alguna amenaza hacia sus cachorros.
En este caso, la hembra recién parida no contaba con que podría llover en cualquier momento.
El lugar donde amparaba a sus cachorros, que por lo general es el nido donde los parió, comenzó a llenarse de agua y su instinto la hizo reaccionar.
Entonces llevó uno por uno, en su hocico y sorteando charcos, a cada uno de sus bebés hasta un sitio bajo techo donde lamerlos para transmitirles seguridad.
Además intentaba mantener secos a sus cachorros.
Las perras, como las mujeres que son madres, aprenden a identificar los sonidos de sus crías.
Por otro lado, aprenden a reconocer a través de ellos las necesidades que deben satisfacerles.
Ellas también amamantan a sus pequeños y les destetan cuando las criaturas están listas para comer otros alimentos porque ya les han salido los dientes.
Poco a poco, las perras también alejan a sus perritos para que aprendan a desenvolverse por sí mismos en el entorno.
Si lo pensamos bien, las madres caninas han dedicado meses a la gestación, alumbramiento, cuidado y protección de sus crías, se han entregado a ellos, ignorando todo lo demás.
Muy parecido a una mujer cuando da a luz, esos meses son cruciales para desarrollar el nexo con su bebé.
El instinto maternal es tan fuerte en las perras que muchas de ellas, siendo jóvenes, experimentan embarazos psicológicos.
Otras, que han sido madres antes o que han perdido a sus crías, han adoptado a cachorros huérfanos, incluso, a los de otras especies.
Lo mismo ha pasado con perros que cuidan a los bebés de sus amos como propios.
El impulso protector no distingue, siempre será un fuerte protegiendo a un débil.