Unos curiosos y atrevidos cachorros de raza pitbull iban jugando por su patio cuando de repente vieron un agujero debajo de una gran puerta.
De pronto se animaron a averiguar qué había allí e intentaron asomarse.
De repente, estos gorditos sintieron la presencia de un gran animal, mucho, muchísimo más grande, para el pequeño tamaño con el que los cachorros contaban.
Luego de olfatear, se dieron cuenta que se trataba de un animal de su misma especie, es decir, otro perrito.
Pero igual se lo imaginaban muy grande; y no era mucha la diferencia.
Luego de un tiempo, decidieron traspasar aquel agujero que tanta curiosidad les causaba.
Es importante anotar que se trata de tres hermosos y pequeños hermanos.
El más valeroso de ellos, de pronto lo intentó y aunque fue un poco difícil pasar con tanta gordura, lo logró.
Cuando se percató del tamaño del otro perro, intentó volver a un lugar seguro, pero su gordito hermano no lo dejó ya que se encontraba realizando el mismo esfuerzo de pasar, justo como su hermano.
El rottweiler que había allí se sorprendió de las miniaturas que habían venido a visitarlo, así que se asustó e intentó olfatearlos.
Todos estaban nerviosos pero los perritos tuvieron la mejor reacción: jugar con aquella bestia.
Y corriendo el riesgo de que con sólo un mordisco, los asesinara, se vieron en la necesidad de montar todo un juego.
Luego de morderlo tanto, el rottweiler tuvo una reacción que nadie esperaba, se puso a jugar con ellos.
¡Su tamaño no era de la misma cantidad que su edad, pues quiso ponerse a jugar con ellos!