Una perra vivía abandonada en un campo de arroz, con algo pegado a su cuello. Los vecinos se acercaron a ella para ver qué tenía, pero cuando se dio cuenta de que la estaban siguiendo, el perro escapó del lugar.
Sólo se dejaba ver desde lejos. Los vecinos solían dejar todos los días algo de comida en un plato, junto a la carretera. Y la perra, porque vivía muy hambrienta, se acercaba rápidamente a comer cuando no veía a ningún ser humano cerca.
Sin embargo, los lugareños dudaron sobre lo que estaba en su cuello durante varios meses. Gracias a una cámara que se colocó al lado del plato de comida, pudieron saber que lo que este perro tenía en su cuello era un pedazo de plástico atascado en su cuello.
Era un tubo grande que estaba pegado a su cuello, un tubo de PVC de los utilizados para alcantarillas.
El perro estuvo luchando durante varios meses para deshacerse de ese tubo, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. La herida alrededor de su cuello estaba empeorando, y ella estaba más cansada.
Los perros salvajes solían atacar, y cuando por la noche iba a buscar comida a las casas cercanas, los perros despiertos la ladraban y la asustaban, por lo que regresó sin haber comido nada.
Con la situación de este perro llegando a su límite, un veterinario, alertado por los vecinos, llegó al lugar para echar un vistazo al problema de esta perra.
Mirando desde la distancia con binoculares, el veterinario llegó a la conclusión de que el tubo aplicaba tanta presión en el tracto respiratorio que no podía respirar y que probablemente no podría vivir mucho más de esa manera.
Ante este complicado escenario para la salud del perro, un equipo de rescate de animales comenzó con la tarea de rescatarla.
Después de muchos minutos en los que tuvieron que colocar varias redes para las plantaciones de arroz y también correr tras el perro cuando escapó, finalmente pudieron atraparlo y llevarlo a una clínica veterinaria.
Cuando lograron extraer el tubo, los veterinarios vieron una gran herida infectada. El tubo curvo en su cuello y las huellas dejadas en su cuerpo parecían una situación deliberada.
Aunque la cicatriz de su cuerpo podría curarse, su dolor permanecerá en su corazón durante mucho tiempo. Hoy, ella todavía rechaza a las personas, pero no las rechaza por
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completo. Con mucho amor y paciencia, se hará amiga de personas en poco tiempo.
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