Debido a las bajas temperaturas en el hemisferio norte, muchos animales callejeros y salvajes han tenido que pedir ayuda a humanos para encontrar abrigo y poder sobrevivir.
Nathaniel Styer se encontraba trabajando desde su casa a comienzos de la semana pasada, cuando entre medio del blanco paisaje se asomó una gatita en su ventana.
La gata se subió al alféizar y comenzó a rascarse y sobarse contra la ventana. “Estoy un 100% seguro que quería entrar”
De inmediato reconoció al gato como Chunk Chunk, miembro de una de las colonias de gatos callejeros de su vecindario.
Sabía que no estaría ahí si no estuviese sufriendo por el frío, así que la dejó entrar.
“Jamás la había visto hacer eso, era evidente que no sabía qué hacer en medio de una tormenta como esa”.
A pesar de que Styer no es el más fanático de los gatos callejeros, su prometida Renee Becerra dedica mucho de su tiempo a cuidar a esos gatos de la pandilla. Chunk Chunk llegó a comienzo del otoño y no parecía ser un felino muy bien preparado para la vida callejera.
“Siempre he sido un poco reticente con la idea de entrar gatos callejeros a la casa, pero sabía que Renee apreciaría que cuidara a Chunk Chunk un rato. La amo y sé que eso era lo correcto”, dijo.
Styer abrió la ventana y la gata entró, pero no sabía cuál era el paso a seguir. “Me dejó tomarla, algo inusual en un gato de esa colonia.
Cuando la senté, comenzó a correr por la casa e intentó salir por otra ventana pero chocó pues estaba cerrada”.
La tomó y la dejó en el baño, lejos de su perro y eventualmente se calmó.
Cuando Becerra llegó a casa, no estaba nada sorprendida con la visita.
“Desde la primera vez que la vi que ha sido muy amigable, siempre pide que le hagan cariño y ronronea en unos segundos”.
Desde que se fueron a vivir allí hace dos años, la pareja se ha dedicado a ayudar a gatos sin hogar a encontrar familias que los adopten.
Becerra los castra o esteriliza y luego los da en adopción.
“El invierno es la época más difícil del año. He construido tres refugios y les doy de comer. Son muy fáciles de hacer si tienes espacio o un lugar tranquilo en el vecindario. Lo recomendaría para quienes tengan el tiempo”.
Chunk Chunk por su lado continuará protegida en su casa mientras que “vemos qué hacer con ella.
Parece que le va mejor en el interior que el exterior así que vamos a contactar a ASPCA para que nos ayuden a encontrarle una familia”.