Con ellos aprendimos, imitamos y exploramos, y quienes somos en la actualidad es probablemente gracias a su influencia.
Con el objetivo de entender el impacto que un hermano tiene en la vida de una persona, la investigadora y profesora de la Universidad Brigham Young, Laura Padilla-Walker, decidió llevar a cabo un estudio para determinar la influencia de estos seres en comparación con la de los padres.
Tras observar 395 familias con más de un hijo, y al menos uno de ellos entre los 10 y 14 años.
La especialista logró identificar que los niños tienen la capacidad de brindar a sus hermanos algo que los padres no pueden hacer.
Y en algunos casos, la importancia de la presencia de un hermano o hermana era incluso superior a la influencia paterna.
El estudio comprobó que los sentimientos de amabilidad y generosidad se aprendían más fácil de un hermano que de un adulto.
Además de ello, quienes contaban con un hermano, sin importar el género o la edad de éste, tenían mayor seguridad en sí mismos, se sentían menos solos y eran menos temerosos.
Un curioso descubrimiento
Pero de estos resultados se pudo identificar un curioso detalle. Quienes tenían hermanas en particular, presentaron menores rasgos de depresión tanto en la infancia como en edad adulta.
De acuerdo con Laura Padilla, una hermana tiene un mayor efecto antidepresivo
Esto debido, usualmente, a las habilidades comunicativas que suelen ser más fuertes en el género femenino que en el masculino.
Con ello la ciencia corrobora que tener una hermana (ya sea mayor o menor), es bueno para la salud emocional y más vale correr a abrazarla, llamarla o dejarle un mensaje de texto
Porque es probable que, gracias a ella, tengas una mejor estabilidad mental.