Abuela duro más de 50 años en un hospital y ahora es adoptada por una mujer de 27 años.

Siempre me he preguntado por que las personas dejan abandonadas a los ancianos.

Me parece un acto de muy mal gusto, hacerle esto a estas bellas personas, que en algún momento de nuestras vidas hicieron mucho por nosotros.

Esta historia de Cotinha, una anciana de 70 años con un desgarrador pasado, pero con un presente lleno de esperanza.

Por eso a continuación te contaremos sobre caso de Cotinha y Gláucia. Una de las adopciones mas tiernas del mundo.

Cuando Cotinha era niña, ella y su hermano fueron gravemente atropellados en una autopista de Brasil. Lamentablemente, él no sobrevivió y ella fue llevada a un hospital, al que llegó terriblemente herida y con innumerables facturas en todo su cuerpo. Los médicos hicieron de todo para salvarla y para encontrar a sus padres, pero tristemente nunca nadie regresó por ella.

Cotinha permaneció 60 años de su vida en otro hospital hasta que fue cerrado.

Fue entonces cuando Gláucia, una mujer de 27 años, apareció en su vida. Ella trabajaba haciendo la limpieza del centro hospitalario y apenas se conocieron la conexión fue inmediata.

Cuando a Cotinha la trasladaron a un nuevo refugio, Gláucia se dio cuenta que no era nada feliz y no estaba dispuesta a que su gran amiga pasara el resto de sus días en medio de la soledad y la tristeza.

Gláucia decidió intervenir y, aunque le supuso atravesar una serie de dificultades, terminó adoptando a Cotinha. ¡Un verdadero acto de amor!

Cuenta entre lágrimas que fue a la Defensoría Pública porque sinceramente se resistía a abandonarla; sin embargo, no tenía recursos para mantenerla.

“Si se va a morir de hambre, vamos a morir de hambre juntas”, dijo Gláucia en una emotiva entrevista.

La presencia de Cotinha no sólo le había cambiado su vida, sino a toda su familia.

Y por supuesto a su hija Emily, a la que no dejaba de abrazar y se convirtió en su compañera de juegos.

Lo que terminó por conmoverla es que Cotinha casi no hablaba y en muy poco tiempo empezó a llamar a Gláucia “mamá”. Fue algo que le tomó por sorpresa y se emocionó, pero enseguida le dijo:

“Tienes razón, yo soy tu mamá”.

“El mismo amor que tengo por mi hija, tengo por Cotinha, nada cambia”, confiesa

En 2017 afortunadamente le salieron los papeles de la adopción y formalmente Cotinha se convirtió especie de abuela e hija a la vez.

Que conmovedora historia ¿Te gusto?

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