Bokshil es un perrito de Corea del Sur, la cual ha llamado la atención de las personas y los medios de comunicación, debido a su lealtad, ya que ha esperado de manera paciente durante 10 largos años a que su familia regrese por ella.
La historia de Bokshil
Bokshil y su familia vivían en un edificio, del cual, por cuestiones personales tuvieron que marcharse. Como era de esperarse, el perro iba tras de ellos. No obstante, su dueño le dio la orden de esperarlo en ese lugar, y este le hizo caso.
Y así han pasado 10 años, y el perro sigue esperando el regreso de su dueño. Las personas que viven en el lugar, de manera habitual le dan comida. Además, ven a Bokshil perseguir, algunas veces, a personas las cuales confunde con su dueño.
La lealtad por encima de todo
Como hemos mencionado antes, esta noticia llegó a algunos medios de comunicación, los cuales han acudido al lugar y han entrevistado a las personas que viven allí.
Una mujer comentó que, en el momento en que la familia hacía la mudanza, esta alcanzó a escuchar al dueño de Bokshil decirle que lo esperara en ese sitio. Desde ese entonces, el hombre no ha vuelto al lugar. Hay quienes presumen que este no cuenta con los recursos económicos necesarios para permitirse cuidar al pequeño perro.
Pero, no todo es tan trágico, ya que las personas del edificio le ofrecen agua y comida a Bokshil, el cual por nada del mundo renuncia a la idea ni esperanza de volver a ver a su dueño. También se debe mencionar que, han sido muchos los intentos de llevar al animal a un lugar más protegido, donde pueda recibir cuidados y atención. Sin embargo, este se rehúsa a ser trasladado del lugar.
La historia de este pequeño animal, ha conmovido a todos los residentes del edificio, los cuales amablemente han colaborado juntos para construirle un pequeño refugio o casa para que este se proteja de la noche y de la lluvia.
El tiempo y la edad pasan factura
Un día, algunos residentes del edificio se las arreglaron para llevar a Bokshil a un veterinario, para hacerle una revisión general y conocer su estado de salud. Y es aquí donde se dio a conocer que, el animal posee una catarata debido a la vejez, la cual le imposibilita diferenciar a las personas en la distancia.
Una historia que toca el alma
La historia de este pequeño animal es fascinante y muy triste, a la vez. Muchas personas alegan que les rompe el corazón ver a Bokshil en esa rutina todos los días y ruega que, aparezca alguna persona la cual se gane la amistad y confianza del perro, para que así, pueda brindarle un hogar y cobijo. Además, los residentes del edificio y todos los que han conocido a Bokshil, temen que un día muera solo y en la eterna espera de una persona que nunca va a regresar.