El vino es una de las bebidas muy deliciosas, un gran placer para el deleite del paladar que la vida nos ha ofrecido y motivo casi de veneración.
A parte de su riquísimo sabor, tiene un gran efecto saludable para el organismo cuando se toma con prudencia; evita accidentes cardiovasculares y ayuda a eliminar ese peso de más.
Una copa del vino al día como postre o antes de irte a costar ayuda a este efecto, a diferencia de otras bebidas alcohólicas como por ejemplo cerveza.
Esta bebida contiene piceatannol, un compuesto fenólico que ayuda a que las células grasas no se formen.
Cuando llega el verano muchos están buscando una fórmula mágica para perder esos kilos de más que ganaron durante el año.
Algunos optan por el gimnasio mientras otros no se separan de la dieta.
Pero ¿qué dirías si te dijeran que puedes perder peso tomando vino?
Es sabido que si se toma en de forma moderada, el vino tiene múltiples beneficios, como por ejemplo, reduce los riesgos de sufrir accidentes cardiovasculares, además de combatir la arterioesclerosis, el Alzhéimer y la demencia.
Pero el vino también ayuda a bajar de peso.
Esto gracias a que contiene piceatannol, un compuesto fenólico que ayuda a que las células grasas no se sigan formando y además, reduce las que ya existen, según un estudio de la Universidad de Purdue en Indiana, Estados Unidos.
“El piceatannol puede alterar el tiempo de expresión de los genes, las funciones de genes y la acción de la insulina durante la adipogénesis, el proceso en el cual las primeras células de grasa se convierten en células adiposas maduras”, dijo Kee-Hong Kim, científico que encabezó la investigación.
Eso sí, hay que tener claro que siempre hay que tomar esta bebida con moderación.