Errores típicos que todos cometemos durante una separación amorosa

Terminar una relación es difícil. Especialmente si quien lo hace no eres tú. La ira y el resentimiento muchas veces empujan a las personas a realizar acciones precipitadas que no solo las dejan mal paradas, sino que también les impiden iniciar una relación nueva y feliz. Muchas de estas cosas se consideran normales, pero lo cierto es que son precisamente ellas las nos hacen culparnos y sufrir por los ex durante años.

Hemos hecho una lista de las cosas típicas que muchas personas hacen al finalizar una relación, y también te explicaremos por qué no hay que realizarlas bajo ningún concepto.

1. Armar escándalos

Cuando nos abandonan, parece que no puede haber nada peor, y nos sentimos tentados a decir todo lo que pensamos.

Muchas veces, la ira nos hace decir palabras crueles y muy ofensivas, lanzar las cosas del otro por la puerta y fingir que nosotros también queríamos separarnos. Puede parecer que esta clase de comportamiento nos ayudará a salir de la relación con la frente en alto, pero en realidad es más perjudicial para nosotros que para el otro.

Por qué es perjudicial: el enojo se irá muy pronto, y si has dicho demasiado, terminarás sintiendo vergüenza. Y entonces puedes llegar a creer que la otra persona se fue a causa de tu ira y de tu mal comportamiento. Y aunque esté claro que eso fue una consecuencia y no la causa, es muy fácil terminar pensando que fuiste tú quien ha echado todo a perder, y así te quedarás atascado por mucho tiempo en el sentimiento de culpa y en vanos intentos de arreglarlo todo.

Nacerá el deseo de limpiar tu imagen a los ojos de tu ex pareja, y esa idea no te dejará en paz, obligándote a realizar cada vez más y más actos imprudentes, que incluirán correr detrás del otro y humillarte.

2. Hablar sobre los sentimientos propios

La partida de la persona amada puede descolocarte, especialmente si fue inesperada para ti.

Muy a menudo, quien ha sido abandonado trata de manifestar su amor por quien se ha ido, escribiéndole largas cartas de confesiones o llamándolo por la noche, después de haber bebido unas cuantas copas para darse coraje.

Puede parecer que si la otra persona se da cuenta de lo mucho que se la ama, regresará inmediatamente.

Por qué es perjudicial: el problema es la falta de sentimientos de la otra persona, no la tuya. Esta clase de acciones generan en el otro un sentimiento de culpa y el deseo de justificarse, pero de ninguna manera causan ternura. Como resultado, lo más probable es que el otro quiera minimizar cualquier tipo de interacción contigo, y tú, al recuperarte de la humillación, te sentirás miserable y aplastado.

3. Aceptar ser amigos

En la mayoría de los casos, cuando te dejan, el ofrecimiento de seguir siendo amigos es motivado por el sentimiento de culpa, o simplemente por el deseo de mantenerte cerca para seguir alimentando su ego con tu amor.

Aceptar una propuesta así, inmediatamente después de la ruptura, significará quedarte aún más varado en los pensamientos sobre tu expareja.

Por qué es perjudicial: si la separación no se produjo con consentimiento mutuo, lo más probable es que una relación amistosa alimente tu esperanza de que todo se terminará arreglando. Puedes seguir en contacto con la otra persona durante años, esperando a que proponga reanudar la relación. Pero el tiempo pasará, y lo más probable es que esta propuesta nunca llegue.

4. Exigir la devolución de los regalos

Después de una separación, algunas personas terminan furiosas.

Les parece que han sido usadas, y quieren una compensación. Por eso, a veces hasta las personas no codiciosas piden la devolución de los regalos caros: quieren ofender a su expareja, pero no piensan en cómo se ven en esa situación ellos mismos.

Por qué es perjudicial: es poco probable que después de una acción así tu respeto por ti mismo aumente. Y tu ex pareja tendrá una excusa para contarle a todos tus conocidos sobre tu mezquindad. Y entonces ya se hablará sobre tus defectos y debilidades. Deja el pasado en el pasado, y que tu imagen, tanto en tus ojos como en los de tu expareja, sea la de alguien amoroso y atento. Y así el contraste entre tu actitud cálida y fría será más notable.

5. Buscar el contacto a propósito

Muchas personas usan la ropa y los libros dejados en la casa del otro, los regalos no entregados y otras cosas por el estilo como una excusa para volver a figurar en su vida.

Parecería que no tiene nada de malo, porque el contacto es estrictamente relacionado con un asunto pendiente. Pero en realidad no lo es.

Por qué es perjudicial: la atención constante, aun si no tiene nada que ver con algo romántico, aumenta la importancia de la otra persona. Puede ser que al principio no lo notes, pero después de seis meses te darás cuenta de que no quieres ir a ninguna cita porque tu ex, por alguna razón, sigue sin irse de tu cabeza.

6. Tratar de influir en la expareja a través de las personas que tienen en común

Si quedaron malentendidos o cosas no expresadas, puede haber una gran tentación de aclarar la situación y tratar de atraer a tu lado a las personas que tienen en común.

Puede parecer que si hablas con la madre, o con el mejor amigo de tu expareja, ellos la convencerán de volver contigo. Pero todo sucederá exactamente al revés.

Por qué es perjudicial: lo más probable es que el otro sienta que lo estás presionando. Especialmente si sus personas cercanas realmente comienzan a tratar de persuadirlo de regresar contigo. Esta presión solo fortalecerá su idea de que es mejor mantenerse alejado de ti. Pero lo más probable es que nadie lo persuada de nada, y tú simplemente pierdas tu tiempo, humillándote y contándole tus problemas a personas extrañas.

7. Sufrir públicamente en las redes sociales

Muchas personas entienden que llamar al otro en el medio de la noche para realizar confesiones no está bien.

Pero el deseo de demostrarle a tu expareja que estás triste y que aún la amas no se va a ninguna parte.

Los estados en las redes sociales, las canciones y las fotos tristes realmente demostrarán que te sientes mal, pero no te ayudarán a salir de ese estado.

Por qué es perjudicial: en lugar de pensar en cómo mejorar tu condición, estarás esperando ayuda de afuera, que tu expareja regrese o, al menos, que tus amigos te consuelen. Pero esta clase de demostraciones públicas de las propias emociones, generalmente solo provocan irritación y burlas de los demás. Y después de un tiempo, te causarán mucha vergüenza.

8. Pelear con la pareja nueva

¿Ha pasado solo una semana después de la separación y tu expareja ya está saliendo con otra persona?

La indignación que esto puede causar, muchas veces genera el deseo de hablar con tu ex. Especialmente si te parece que tu relación no ha terminado y solo es una pelea, no una separación.

Por qué es perjudicial: buscando información sobre el nuevo amor de tu expareja, le estarás dedicando cada vez más tiempo a esa persona completamente extraña, en lugar de dedicarte ese tiempo a ti. La “simple curiosidad” muchas veces se convierte en una manía, y de pronto ya sabes dónde trabaja, miras sus fotos regularmente, notas todos sus defectos y le escribes cosas desagradables de manera anónima, o hasta abiertamente. Y, mientras tanto, la otra persona vive su vida con tranquilidad y se ríe de tu histeria. Además, en el futuro sentirás pena por haber malgastado ese tiempo, que podrías haber destinado a un pasatiempo, a un trabajo o a la búsqueda de una nueva pareja.

9. Tratar de averiguar la razón de la ruptura

Parece que hay algo que tu expareja no está diciendo, y que si llegas al fondo de la cuestión podrás arreglar la situación.

En casos así, hay alta probabilidad de que pases más de un mes excavando en las profundidades de tu alma, o tratando de lograr que el otro te termine de explicar lo que estuvo mal.

Pero esto no mejorará la situación.

Por qué es perjudicial: es poco probable que puedas lograr que tus justificaciones y declaraciones de amor hagan que tu ex pareja cambie de opinión, sobre todo porque son cosas de las que ya está al tanto. Si el motivo de la separación no fue tu terrible comportamiento y los errores obvios que hayas cometido, y por los que deberías pedir disculpas, entonces no tiene sentido escarbar en el pasado y poner todos los puntos sobre las píes.

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