Josie Desgrand, de 17 años, adelgazó 60 kilos en un año con una estricta dieta y ejercicio para poder ponerse su vestido soñado en la fiesta de graduación de su instituto.
Seis meses después de la graduación, ha compartido las fotos del antes y el después en su Instagram y prepara un libro para inspirar a más gente.
Josie, de Hervey Bay, en Queensland, Australia, afirma que “no quiero tocar un trozo de chocolate en mi vida.
Es mi elección.
Vivir con un estilo de vida saludable es la mejor decisión que he hecho.
Sesenta kilos menos y sentirse increíble”, explica en sus fotos en las redes sociales.
Según Daily Mail, Josie sigue con su dieta, que le ha hecho bajar desde los 120 kilos a los 60 kg, pero ahora, además, se ha apuntado a un gimnasio y está viendo un entrenador personal para tonificarse y adquirir tono muscular.
“Voy de 3 a 4 veces por semana. Estoy trabajando en tonificar. Ahora estoy comiendo más grasas, como un poco de queso y carbohidratos como la batata”, señala. ‘Como mucha carne, verduras y ensalada. Tendré tres piezas de fruta a la semana”
Adelgazar esos 60 kilos también le ha dado más confianza.
Ha pasado de ser una chica tímida a una joven segura de sí misma.
“Mis amigos se sienten orgullosos de mí y una me ha dicho que le he inspirado para perder peso también”.
Josie sufrió de abuso escolar y decidió que no iba a llevar un vestido de talla grande en su fiesta de graduación.
Decidió hacer dieta y dejó de comer completamente azúcar, carbohidratos y pan y empezó a comer porciones más pequeñas de comida no procesada.
En tan solo 12 meses, Josie adelgazó de forma sorprendente lo que muestra una gran constancia y voluntad.
«Antes de perder peso, constantemente comía pan y snacks, comía porciones grandes y volvía por segundos y terceros todo el tiempo», explica Josie.
Desde que perdió peso y ganó una legión de admiradores en el proceso, Josie señala que no ha vacilado con su estricta dieta.
«He sido muy estricta, sin días de trampas y tampoco tuve postre en la fiesta», apunta.
«No lo veo como una dieta ahora, lo veo como un estilo de vida.
Las dos primeras semanas de comer sano fueron muy difíciles, pero ahora es fácil para mí».
Su madre, Catherine, está desbordante de alegría por su hija que, observa, ahora es una persona completamente diferente.
«No ha sido solo un cambio en su cuerpo, ha sido un cambio en su vida».
Catherine añade que «no hay mejor sensación al ver a mi hija cambiar así su vida, y tantas adolescentes la buscan y la miran como fuente de inspiración».