Padre cumple el sueño de su hijo, empujándolo en su silla de ruedas en un partido de fútbol.

Uno de los momentos mas bonitos de estas noticias, es el compromiso de los padres sobre sus hijos en situación de discapacidad, eso es si es un verdadero amor.

Muchas personas han hablado de esta historia que un periodista llamado omar rubio capto con su cámara y la subió a las redes sociales.

Los protagonistas de esta linda experiencia son Mario Treviño, de 12 años, y juega semanalmente en un equipo León Juárez, cuyas categorías son mixtas y van del sub-8 al sub-16.

El niño sufre de malformación encefálica y escoliosis. Además, la cadera dislocada, condición que le impide mantenerse de pie y ha obligado al pequeño Mario a movilizarse en una silla de ruedas.

Sin embargo, esta condición no ha sido impedimento para que Mario haga lo que más ama: jugar al fútbol. Su padre, Mario Treviño González, lo acompaña semanalmente a sus entrenamientos y a sus partidos.

Cada sábado el equipo León Juárez sale al campo y Mario se aventura junto a ellos al desafío de ir tras el balón. Pero el niño no va sólo, su padre se ha convertido en sus piernas y lo conduce fielmente por todo el campo, en busca de anotar un gol.

“Para el pequeño no hay motivos suficientes para cancelar un entrenamiento o partido de fútbol aunque sea un día lluvioso”, contó el periodista Omar Rubio en su publicación.

Desde hace cuatro años, el hombre descubrió que el fútbol hacía feliz a su hijo y decidió llevarlo al campo a entrenar. El año pasado, este dedicado padre abandonó su trabajo para entregarse por completo al cuidado del pequeño Mario.

Cada sábado, el chico luce su camiseta con el número 0 en su espalda y sale al campo a apoyar a su equipo. Padre e hijo juegan como uno solo en el campo, aunque existe una regla vital para este dúo especial: el único que puede tocar el balón es el niño, su papá sólo puede empujarlo.

Aunque el pequeño no puede hablar, se comunica con su padre mediante gestos e irradia felicidad cada vez que juega, ya sea durante un partido o uno de sus dos entrenamientos semanales.

“Psicológicamente está bien, su problema es motriz. El fútbol se ha vuelto una terapia para él, no para de sonreír mientras jugamos” afirma su padre.

¿Que piensas acerca de este lindo momento entre padre e hijo?

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